Sunday, November 27, 2005


SENTIMENTALISMO ZEN

Ahora en mi calle están vendiendo árboles de Navidad.

Así es esta ciudad. Imparable. Se acabo algo y empieza otra. En mí, las cosas se demoran mucho en empezar y terminar. A veces, desde que abro un chocolate hasta que me lo como ha pasado un día entero. A veces me sorprendo poniéndome un parche de curitas en una herida que me hice cuando tenía ocho años.

No sé si me explico, pero hace poco, mientras Eloy empacaba su ropa para irse yo tenía la impresión de que le acababa de hacer un hueco en mi closet.
You have to move on, me dice un amigo. No olvides tomarte tu ravotril, me aconseja mi madre. No sigas escuchando New Order, me escribe mi hermana. Vives en la ciudad con más singles en el mundo, me recuerda mi vecina.


Lamento ser tan sentimental. De verdad, lo siento. No quiero pegarles mi enfermedad. No hay que haber tenido hijos para saber que basta que un bebé llore para que los otros también se pongan a llorar. Alguien –citando a Lacan-me comentó que disfrutara de mi síntoma. Es el mejor consejo que me han dado. Antes no habría pensado lo mismo simplemente porque yo era el síntoma. Ahora en cambio, puedo ver desde afuera cómo mi corazón escupe lava pasada, cual volcán con efectos retardados de erupción. Podría recoger esos pedazos de lava sin quemarme.
Es lo que pensé ayer sábado viendo la última exposición de
Tracey Emin en Chelsea (sí, al fin salgo de mi departamento. Manhattan estaba como más me gusta, post Thanksgiving, es decir semivacía). Tracey Emin es inglesa y no tiene pudor ni asco en hacer de su vida un arte confesional. Pero para llegar a eso, Tracey Emin se atrevió a sentir.

La primera obra suya que vi, años atrás, fue una carpa bordada con los nombres de todas las personas con las cuales se había acostado. Hacer una lista de tus amantes puede ser tan intenso como pasarse la aguja por una herida, uniendo punto por punto. Tracey inmortalizó sus años de promiscuidad para limpiarse.

Su última exposición se llama “I can feel your smile” y es de un sentimentalismo casi zen. Zen porque el recuerdo, la rabia, la frustración, y el desamor al fin encontró cierta luz . Los bordados, esta vez enteramente blancos, convierten lamentos como “Why do you stop me from loving you”, o “Fuck i miss you” en una suerte de rezos.

Al volver a mi casa, me dije “Fuck, quiero tomarme una cerveza con ella”. Y quiero comprarme un árbol de Navidad.

11 Comments:

Anonymous Anonymous said...

qué bello, que pena, qué risa...que talento, escribir del alma, sintiendo, como la artista inglesa.
Y a disfrutar el síntoma? yo no puedo. Ojalá tú tengas más suerte.

besos
Pachi

12:51 PM  
Anonymous Anonymous said...

Llamaré a esta semana, como "la semana de notables descubrimientos".
Primero Nutria, ahora Tu.

12:24 PM  
Blogger :::v::: said...

Agata:

Cuidado con el sintoma...uff...no se...nada que decir, mas que te leo insistentemente.

:::v:::

1:12 PM  
Blogger Malayo said...

Todo bien salvo el ravotril. Los tranquilizantes son como las verduras transgénicas, te privan del sabor.

9:51 PM  
Blogger crisis said...

a tracey se le siente muy visceral, pero tiene momentos de nostalgia infinita, tanto en esa carpa como en la famosa cama que alguna vez quiso exhibir. existe un video en que baila recordando los maltratos a los que fue sometida en margate por sus amiguitos de infancia. en fin, creo que cuando uno se siente como te sientes ahora todo huele a tristeza, hasta "i feel love" de donna summers.

7:29 AM  
Anonymous Anonymous said...

En una situacion similar, anios atras, el unico consejo que aun recuerdo fue de una profesora:
"las penas se pasan llorando"
los ravotriles y/otros solo ayudan a evitar sentir y al final la unica cura que sirve es vivirla, llorarla, gritarla, mostrarla, hasta que ya no te acuerdas porque llorabas. Ahora, miro atras y recuerdo haber amado y solo eso me da felicidad, hay quienes no pueden sentir.

2:25 PM  
Anonymous Anonymous said...

evadamos!!!

love,
p

10:38 AM  
Anonymous Anonymous said...

Ravotril
En medio de una depresión violenta después de separarme, mi psiquiatra me lo recetó en contra de mi debil voluntad. Lo tomé el tiempo suficiente para darme cuenta que era una lobotomía encapsulada...entonces lo dejé. Me sentí bastante liberada unos días....hasta que me dio un ataque psicótico ("despersonalización") en medio de una noche de terror: tenía que agarrarme a la cama, a la pared, etc, porque sentía que mi conciencia desaparecía, hasta le recé al dios en el que no creo, pidiendole que no me volviera loca... para qué entrar en detalles.
Reconozco que fui bastante tonta al dejar la triple dosis violentamente, sin dosis intermedias. Pero eso es solo un detalle, es simplemente una sustancia asquerosa que castiga a los desobedientes.

1:49 PM  
Anonymous Anonymous said...

como??? y que paso este domingo???

12:25 PM  
Blogger :::v::: said...

si...me quede esperando mis lunes matinales junto a Agata...

...que ondas?

:::v:::

4:39 PM  
Anonymous Anonymous said...

q lindo
viva el amor y si con eso viene el desamor
ce la vie

2:08 PM  

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