Sunday, November 06, 2005



NUNCA USE BABY DOLL

No me pregunten cómo me llamo, cuantos años tengo, ni si esta mañana desperté sola o acompañada. Ventilar la propia vida en la primera línea de una columna me parece, por así decirlo, pornográfico. Hoy en día todos quieren deshacerse de su existencia, refregándosela en la cara a los demás.Según un amigo, los blog sirven para liberar todo ese narcisismo contenido que no puedes derrochar porque no tienes amigos o porque tus amigos son tan narcisistas como tú y ya no te escuchan.Yo intuyo todo lo contrario: mientras más escribes sobre ti mismo, menos te quieres.Estar escribiendo ahora y acá me pone un poco nerviosa. Tan nerviosa como cuando una vez estando en el colegio, un compañero le sacó fotocopias a mi diario de vida y lo repartió en la clase. Después de tal humillación, puedes desnudarte en público sin que nada te importe. Pero en estas páginas, me sacaré la ropa de a poco.Vivo en Nueva York hace cuatro años y soy una pésima niuyorkina. No tengo idea dónde hacen el mejor bloody marry de la ciudad ni cuál es el nuevo club de moda. Cuando pongo un pie afuera de mi casa en Brooklyn, es generalmente para comprarme una pizza “grandma” donde los italianos de Driggs avenue, llevar mi gato K al veterinario o tomar metro de la línea L para luego encerrarme en el Cinema Village o en el Film Forum.Hace mas de un mes que estoy felizmente unemployed y para ahorrar dinero empecé a cocinarme, dejé de vacunar a mi gato y me suscribí a netflix, un sistema de rentas de dvds online que me hace pensar que cumpliré 90 años sin alcanzar a ver todas las películas que tengo en mi lista de espera.Me preguntan si estoy deprimida. Estar deprimido en NYC es tan mal visto como dormir con piyama en vez de baby doll. En una ciudad con todas sus luces prendidas, no es evidente esconderse en la oscuridad. En una ciudad sin términos medios, hay que estar eufórico para estar bien. Tienes que correr hacia el futuro sin mirar atrás, tal como lo hace la gente que en este momento está corriendo la maratón, a pocas cuadras de mi casa. Puedo escuchar los gritos de quienes los alientan como si fueran voces lejanas de niños que juegan en la playa. Sabes que su felicidad no es la tuya, pero los quieres tener cerca.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

esa gata agata

7:07 PM  
Anonymous Anonymous said...

cómo te llamas?, cuantos años tienes, despiertas sola o acompañada?

9:12 PM  
Anonymous Anonymous said...

Me acabo de comprar un trozo de jarrete de 900 grs. Para mi suficiente, es para la cena.Dos contramuslos de pollo para hacer una sopa.
Para beber me he comprado un vino etiquetado como " Albariño", aunque , bueno, habrá que probarlo. Si no estas a gusto, vente.

1:59 PM  

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